Esta semana conversé con un cliente sobre lo que le hace bien, sobre autocuidado. Y me preguntó cómo podía él saber qué es lo que le hace bien, qué lo nutre de energía. Se sentía desconectado y alejado de lo que le produce placer.
Esto le generaba una sensación de vacío y abandono profundo de sí mismo.
¡Y es totalmente entendible que le ocurra! Es una persona que se cambió de país hace algo más de un año, que le toco vivir la pandemia en un país diferente al suyo, donde ha debido validarse en su empresa y frente a su nueva jefatura. Es absolutamente esperable en alguien que se siente responsable del sufrimiento de su familia, de la dificultad de adaptación de sus hijos al sistema escolar, y de su señora en un lugar que apenas puede conocer.
Ante su bloqueo y frustración conversamos de distintas actividades que podía realizar que le permitan recordar o generar nuevas ideas sobre qué hacer para poder nutrirse de energía para seguir adelante.
Aquí comparto contigo algunos consejos, en caso de que estés en una situación similar:
Consejo 1: Haz el siguiente ejercicio
Divide una hoja en dos y lista, por una parte, las cosas que te resta o drena la energía y, por otra parte, las que te suman o llenan de energía. Cuando haces ese listado inmediatamente aparecen acciones que puedes agregar en tu agenda que te van a hacer bien, a inspirar, a incrementar la energía y la motivación por el día que tienes por delante. Encuentra el espacio para hacer lo que te hace sentir bien, esto puede ser practicar deporte, planear un viaje, un café con amigos, etc. ¡No olvides agendar!
Consejo 2: Busca en tus recuerdos
Otra forma de encontrar las cosas que te encienden la pasión es pensar en las veces que te has sentido agradecido por alguna oportunidad o lleno de energía haciendo algo. Esa es una gran pista, ¿cuáles son esas experiencias?
Consejo 3: Haz alguna actividad manual
Tejer, lijar un mueble o pintar, entre otras actividades, son una forma de meditar. En esos espacios de silencio y de sólo poner atención a lo que las manos están haciendo, aparecen nuevas ideas, ¡pruébalo!
Consejo 4: Disfruta tu rutina
Encuentra pequeños espacios de disfrute mientas haces las cosas que debes hacer, por ejemplo, escuchar música o un podcast mientras manejas, bailar mientras hacer el aseo de tu casa, llama por teléfono a un amigo mientras paseas a tu perro, etc. Suma cualquier actividad que te resulte atractiva mientras realizas cosas rutinarias ¿Qué idea se te ocurre que puedes agregar a tu rutina?
Consejo 5: Recuerda qué quería ser cuando niño
Cuando niños no nos preocupábamos del qué dirán ni las cosas pasaban por el juicio crítico ni por el filtro censurador por el que atraviesan hoy. Trata de recordar cuáles eran tus ideas entonces, qué te gustaba hacer o con qué soñabas. Tal vez alguien de tu familia te pueda ayudar a recordar.
Consejo 6: Prueba distintas cosas
El probar distintas actividades te va a permitir discernir si es algo que efectivamente te entusiasma o no, pero si no lo pruebas, nunca podrás saber realmente. Puede ser un deporte, hacer arte, un juego de mesa, aprender algún instrumento musical, aprender un baile de salón, etc. Lo importante es probar. Puedes pedirle a tus amigos o conocidos que te inviten a hacer lo que ellos hacen… ¡es sólo probar! Tal vez te quede gustando…
Consejo 7: Juega
Cuando encuentres alguna actividad nueva, practícala y juega, no tiene que ser perfecto, lo importante es disfrutarla. El jugar mantiene lejos el miedo al fracaso. Ríe y no busques la perfección, vas a pasarlo mejor… Y finalmente, ¡de eso se trata!
Consejo 8: Ten paciencia
La práctica hace al maestro, si quieres aprender a tocar guitarra, no puedes pretender ser un concertista luego de 3 clases, necesitas practicar, tener paciencia, perseverar. Cuando uno logra más soltura en alguna actividad, la disfrutas más, fluyes. Por eso, mantente motivado.
Consejo 9: Recuerda que ninguna actividad es perfecta
Si quieres aprender a cocinar, luego necesitas lavar los platos. Si quieres practicar un deporte, necesitas precalentar para no lesionarte. Si quieres aprender un juego de mesa, necesitas aprenderte las reglas y ordenar el tablero… ya captaste la idea. Que los detalles no ensombrezcan la actividad.
Consejo 10: suspende el juicio
Cuando tengas nuevas ideas no la evalúes, sino que pregúntate cómo o dónde lo puedes hacer. Evita a como dé lugar los pensamientos negativos o censuradores como por ejemplo “mejor que no”, “pero…”, “es que…”, “no sé”, “lo dejaré para más adelante”. La mayoría de nuestras limitaciones son autoimpuestas, es decir, muchas veces nosotros mismos saboteamos nuestros sueños. Que no te pase. Por eso, incluso si algunas ideas no te entusiasman tanto, atrévete. Cuando uno sale de la zona de confort y hace cosas nuevas, creces, aprendes de ti mismo y a encuentras tu pasión.
Pensando en un bonus track para este blog, se me ocurrieron varias preguntas que te puedes hacer y así ayudar a pensar:
- ¿Qué te ha hecho insuperablemente feliz en el pasado?
- ¿Para qué eres bueno (no tiene que ser perfecto)? ¿en qué has destacado o diferenciado de otros?
- ¿A qué te dedicarías si el dinero no fuera tema para ti? O sea, si fueras millonario, ¿qué te gustaría hacer?
- ¿Cuándo te sientes, o has sentido, creativo?
- ¿Cuál es tu tema favorito? Es decir, ¿de qué puedes hablar sin parar porque te encanta ese tema?
- ¿Cuándo no sientes miedo a fracasar? Todos tenemos ese miedo, pero también encontramos ámbitos en la vida en los que nos sentimos seguro, ¿cuáles son esos?
¡¡Mucho éxito en lo que sea que te propongas!!
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